Ushuaia (km 3187)
La partida de Ushuaia sería el lunes. Por lo que disponíamos del domingo para recorrer y conocer algo de esta bella ciudad y sus alrededores. Decidimos salir después de almorzar. Primero iríamos a conocer el glaciar Martial.
Durante la mañana aproveché para hacer algunos ajustes a la moto, quitarle un poco de tierra ya que entre el ripio y los últimos 20 km de la ruta 3 la habían dejado muy sucia. Una vez limpia hice una verificación general y descubrí que a uno de los faros auxiliares le había entrado tierra porque le faltaba la junta en el vidrio. También estaba perdiendo aceite por uno de los barrales de la suspensión delantera. Afortunadamente nada que requiriera reparación urgente.
La ruta sube glaciar en zig-zag ascendente y termina en el estacionamiento al pié de la pista de esquí. Existen allí algunos comercios para turistas, una tirolesa, casas de té o minutas y la administración de los medios de elevación. Entré a consultar y un señor amablemente me brindó información y me entregó un folleto explicativo con los senderos que pueden recorrerse, incluyendo uno que llega hasta el mismo glaciar.
En ese momento me di cuenta que había algo que no había tomado en cuenta en la previsión del viaje: llevar ropa para cambiarme cuando querés hacer un paseo o una caminata. Mi calzado de moto era un par de botas de trekking, pero el jean, la campera y el resto de la ropa que llevaba puesta no era la apropiada para esa actividad. La campera de moto es excelente contra el frío del viaje, pero a la hora de caminar -o en este caso trepar- es demasiado abrigada. Y la camiseta térmica cuando se moja con la transpiración se transforma en camiseta “glaciar”… Y no hay nada peor para el frío que tener una prenda mojada debajo. Por todo esto me abstuve de recorrer el sendero: no es que no me guste caminar, es simplemente que no tenía la ropa apropiada.
Ya que no iba a caminar me puse a buscar un lugar para comer algo y encontré un local llamado “Refugio de Montaña”. Desde allí se puede observar una vista espectacular del glaciar y a lo lejos el puerto de Ushuaia y el canal. Había muchas cosas tentadoras para comer. Me decidí por un café con leche con una porción de torta de chocolate que estaba muy buena. Sé que tal vez no sea esta la primera foto a mostrar de una visita a un glaciar, pero bueno… ¡estaba muy rico!
Como no podía ser de otra manera, los “extraños personajes” no dejaban de aparecer a nuestro paso. Mientras me encontraba tomando fotos del puerto Rogelio estaba en una animada charla con un grupo de viajeros que lo hacían en dos VW escarabajo y una combi VW. La pareja de la combi (totalmente equipada para que viajen 2 personas) es chilena y regresaban desde Alaska. Lo mismo los chicos del escarabajo blanco que son mexicanos y los del rojo que son argentinos.
Mientras todo esto sucedía, a unos metros de nosotros podía ver como otro grupo de personas armaban una batería, un loco se sentaba a tocar y se le sumaban bajista y baterista… ¡una banda de rock grababa un video con el fondo del puerto! La música sonaba desde un auto y ellos hacían el “playback”… un rock al estilo de Pappo o Riff. Como verás, a cada momento había sorpresas.
Esa noche, por ser la última que pasábamos en Ushuaia, decidimos ir a celebrar a una pizzería junto a Márcio Santana. ¡Bien merecido lo teníamos! El taxista que nos llevaba al centro nos recomendó un lugar donde, según él, se hace la mejor pizza de Ushuaia. No sé si será la mejor pero estuvo buenísima.
