En ocasión de mi visita a San Juan para el evento Mototurismo San Juan 2024, el domingo siguiente se organizaron visitas en grupos a distintos puntos turísticos de esa provincia.
Yo elegí ir a Barreal. Un amigo que trabajó en una empresa minera me habló maravillas de la zona de Calingasta (es la misma ruta) y decidí que sería bueno conocerla.
Había una salida en grupo con guía de la organización del evento. El horario previsto era a las 9:30 del domingo.
El clima era perfecto: sol, algo de nubes y fresco. Casi nada de viento.
Después de hacer el check out del alojamiento a las 8:30 fui a una estación de servicios AXION a desayunar un buen tazón de café con leche con dos medialunas con jamón y queso. Como para llegar al almuerzo bien. Compré una botella de litro de agua por las dudas: no tenía idea qué habría más adelante. No sé, imaginé un desierto o algo parecido al Valle de la Luna quizás. Como verán más adelante… nada que ver el paisaje.
Mientras desayunaba decidía si ir junto al grupo o largarme solo: quería tomar fotos y filmar y el viajar en grupo no me da esa libertad de parar donde quiera. Y admito que soy insoportable en ese sentido… paro a cada rato.
Y decidí hacer ruta solo… aunque en realidad nadie viaja solo en esos días donde todas las rutas están llenas de motociclistas… siempre habría alguien en caso de tener algún problema.
Mientras desayunaba también lo hacían un grupo de unas 10 personas, que eran los propietarios de las motos que estaban estacionadas afuera.
Cuando terminé, miré el mapa para saber cómo salir de la ciudad y salí rumbo al norte a la Ruta 40.
A esa parte de la ruta 40 hasta Talacasto lo había hecho hace un par de años pero en auto. Creí que me resultaría aburrido -en aquella ocasión me lo pareció- pero nada que ver: la visión que se tiene de la ruta desde la moto es totalmente distinta.
Fuera de que está bastante poceada y por eso debía ir muy atento al asfalto, me pareció un muy lindo tramo esta parte de la ruta. El estado general deja bastante que desear: muchos pozos y poca señalización.
Se me hicieron bastante agradables esos 60 kms hasta Talacasto, donde hay que doblar a la izquierda para tomar la ruta provincial 436 en sentido NO. Esta parte es una recta de 10 km durante los cuales lo único que se ve en el horizonte es una cadena montañosa a la que te vas acercando poco a poco. Me preguntaba “¿Por dónde se cruzará esto?”. Parecía que chocaría contra una pared.
Entonces, de pronto, luego de un par de curvas y contracurvas, la ruta entra por un angosto valle que atravesaba esa pared rocosa que 2 minutos antes estaba viendo de frente. En el centro de este pequeño valle está el lecho seco del rio Talacasto. La ruta es muy agradable para la moto, está en buen estado y aproximadamente unos 8 kilómetros más adelante está el desvío a la izquierda que nos lleva ya sobre la ruta nacional 149 hacia Calingasta.
Aquí la ruta va en dirección SO y después de hacer unos 50 km se encuentra el puente Ing. Raúl Suarez que atraviesa el rio San Juan. Acompañados por el río a nuestra derecha la ruta continúa en un valle imponente entre montañas a partir de allí en dirección directamente hacia el oeste.
Poco después del puente me detuve un momento a tomar unas fotos. Me crucé con un grupo de moteros de La Pampa y aprovechamos para sacarnos fotos mutuamente.
Unos kilómetros más adelante, al final de una larga subida, aparece ante mis ojos un espectáculo maravilloso: el valle entre montañas y de telón de fondo la cordillera de los Andes nevada. Y el cerro Mercedario dominando el paisaje.
Me impactaron las enormes distancias de todo el paisaje circundante. A lo lejos podía ver en la ruta a los primeros motociclistas del grupo que me había pasado mientras me detenía a tomar fotos. Y estando varios kilómetros más adelante no los perdía de vista en su recorrido curva tras curva.
Varias veces me detuve ya que detrás de cada curva aparecía un nuevo paisaje y no me lo quería perder.
La llegada a Calingasta me sorprendió porque estaba viajando muy entretenido. Lo estaba disfrutando mucho.
Al ingreso la ruta se divide en dos: por una opción se sigue derecho a Barreal y por la otra se atraviesa un puente y se entra a la localidad. Decidí cruzarlo para ver qué onda con Calingasta. Parecía ser una especie de avenida principal, vi una estación de servicios y por un momento pensé en buscar algo para comer o tal vez cargar combustible… pero continué viaje.
No sabía si esa era la ruta a Barreal, pero cuando vi que me pasaron varias motos en la misma dirección me dije que algo debe haber más adelante así que le metí nomás. Despacito mientras cruzaba la localidad.
Dentro del pueblo, habiendo riego: todo verde con acequias, árboles, fincas y cultivos. Cuando termina el verde solo tenemos piedra y arena.
Hubo una parte de la ruta en la que me hizo frío y debí abrigarme… ahora saliendo de Calingasta y siendo ya las 13 hs el sol pegaba muy fuerte y hacía calor. A sacarse ropa de nuevo…
Nuevamente en el horizonte aparecieron árboles y cultivos lo que indicaba que me acercaba a la siguiente localidad: Tamberías.
A la entrada del pueblo hay un mirador, lo subí por curiosidad, pero no me pareció algo que valiera la pena sacar foto.
Cuando bajaba me crucé con dos lugareños a los que aproveché para preguntarles por algún lugar para comprar algo para comer y me indicaron que desviara por una calle que entraba al pueblo, donde encontraría una estación de servicios. Seguí la calle, no encontré la estación y seguí derecho hacia el río donde además me habían dicho que se lo podría cruzar para retomar la otra ruta (RN149) hacia Barreales. Lamentablemente, la crecida del río por las lluvias de los días anteriores, había cortado el paso. Di media vuelta regresando a la ruta donde seguían pasando motos en mi mismo sentido. Allá fui entonces tras ellos.
Unos kilómetros más y la ruta gira a la izquierda para, luego de atravesar un hermoso puente sobre el rio Los Patos, se une nuevamente a la ruta 149 que en realidad es la principal. La ruta que había seguido era una ruta “secundaria” (la 406).
Atravesando fincas, cultivos, bodegas y alojamientos la ruta llega a Barreal donde al ver una estación de servicios decidí detenerme a comer algo. Siguiendo mi costumbre de comer liviano mientras viajo pedí un tostado con una gaseosa. Me atendieron muy bien. El tostado bien cargadito. Aproveché la buena señal de wifi para ver mi whatsapp e instagram. La estación tenía un buen movimiento, tanto en la carga de combustible como en el shop. Mientras degustaba mi tostado miraba a quienes cargaban combustible porque había escuchado algún comentario referido a la calidad de la nafta que podemos encontrar en una estación sin bandera. Cargaban motos, autos y camionetas de todo tipo. Viajeros y también a locales. Y se me ocurrió pensar que si todos cargan la nafta no puede ser mala. Así que antes de salir le agregué 5 litros de premium al tanque como para asegurarme de no tener problemas al regreso. Debo decir que la moto anduvo perfectamente bien con esa nafta y el precio era el mismo que pagué en San Juan por la misma calidad.
Continué viaje hacia la Pampa del Leoncito que distaba solo 23 km de allí.
Me impresionó el cambio de paisaje tan abrupto al salir de Barreal. La ruta pasa bajo unas arboledas frondosas entre fincas y de repente, en cuestión de metros nomas, todo el verde desaparece y nuevamente paso a estar rodeado solo por piedra y arena, con un cielo azul profundo y la vista de la cordillera nevada en el horizonte. ¡Hermoso!
Kilómetros más adelante se presenta un cruce: subiendo hacia la izquierda se entra al Parque Nacional El Leoncito, donde está el complejo del observatorio astronómico del mismo nombre. Me imagino que debe ser una experiencia única pasar una noche en ese lugar. Me gustaría volver un día con más tiempo a conocerlo.
Hacia la derecha se ingresa, luego de hacer unos 400 m por un camino de ripio, a la famosa Pampa del Leoncito.
Resulta una experiencia extraña recorrer esa planicie arcillosa. Estacioné la moto para sacar fotos del lugar. Por curiosidad medí la superficie en Google Earth y tiene aproximadamente 9 km de largo por 3 de ancho.
Quería que alguien me saque fotos en ese lugar y para eso me acerque con la moto a un grupo de muchachos que estaban en unas lindas Royal Enfield.
Obviamente terminamos conversando del lugar, las motos, el viaje… y resultó que ellos también eran de Córdoba Capital, habiamos estado desayunando esa mañana en la misma estación Axion y nos habíamos cruzado ya varias veces en la ruta.
Me preguntaron si sabía cuál era el camino de regreso a San Juan, les dije que sí, así que vinimos juntos hasta la entrada a San Juan donde nos separamos no sin antes tomar unas fotos e intercambiar contactos.
La vuelta fue casi sin detenciones y a puro manejo disfrutando las vistas que ofrecía la montaña al atardecer.
Hicimos una última parada sobre la Ruta 40 unos kilómetros antes de San Juan para sacarnos una foto e intercambiar el contacto antes de despedirnos para partir cada uno a su alojamiento.
Y con esto finalizó un día que me llenó de paisajes y rutas nuevas. Lo disfruté muchísimo. La moto, como todo este viaje, se portó de maravillas y mientras regresaba admirando la ruta y el entorno que me rodeaba no hacía otra cosa que agradecer a la vida por esta posibilidad que se me brinda. Me sentía muy afortunado.
San Juan me ha vuelto a sorprender.
Hermosas fotos Eugenio y un viaje muy interessante. Un abrazo Cor
Hola Cor! Me alegra mucho que te guste.
Espero te encuentres bien.
Abrazo enorme!
Realmente un viaje fantástico Eugenio, que colores, que paisajes increibles, cuanto se vive andando en moto!! sólo quienes lo vivimos lo podemos entender, felicitaciones, hermoso relato y bellisimas fotos y videos!!
Muchísimas gracias Sonia!
Muy buena crónica! vivenciar estas cosas en moto es de las cosas mas lindas que uno puede disfrutar en la vida, el ilustrarlas y comparitirlas como haces acá nos las hace disfrutar un poco a nosotros tambien los que no hemos ido, se agradece!
Gracias Gustavo!