A mediados de 2022 vi en Instagram un anuncio de un motoencuentro a realizarse el feriado largo de octubre en San Juan: el “Mototurismo San Juan 2022”.
Me gustó la propuesta, el lugar y la organización. Y como hacía muchísimo que no participaba de un “motoencuentro” (ya que no soy en general de reunirme en grandes multitudes), decidí inscribirme.
Bien dicen que la mejor acción para hacer un viaje es ponerle fecha de salida ¿no?
El jueves anterior al viaje la moto estaba lista y configurada para viajar. Recordando la (mala) experiencia en mi viaje anterior a San Luis con la demora en el armado del equipaje de la moto (podés leer el viaje a San Luis aquí, y alguna idea de cómo distribuir la carga en una moto aquí) esta vez, gracias a esa lista que escribí de donde poner cada cosa en la moto, pude dejar todo listo en menos de dos horas.
No llevé el equipo de acampar porque el alojamiento iba a ser en la casa de mi amigo Diego García en la capital sanjuanina.
Otro amigo, Claudio Gomez, motero y aficionado al enduro, coincidía en viajar a San Juan en su moto para la misma fecha, así que compartimos el viaje desde Córdoba.
Sali de casa el viernes 7 a las 9 de la mañana, nos encontramos con Claudio en la Shell de Las Cañitas un rato mas tarde y desde allí partimos luego.
Primera parada tomar un café en el Parador El Cóndor, luego de lo cual le metimos derecho hasta Villa Dolores.
En Villa Dolores ya estaba el grupo de amigos de Claudio, que iban en caravana con camionetas y remolques llevando las motos de enduro y me invitaron a compartir el almuerzo con ellos en un restaurante.
Acepté la invitación con gusto y disfruté del almuerzo. Pero entre una cosa y otra se nos hicieron más de las dos de la tarde… y nos quedaban todavía 390km hasta San Juan.
Así que bueno… después de almorzar salimos con el mejor ritmo que podíamos hacer para no llegar (al menos yo) tan tarde a la acreditación del evento.
A mitad de camino nos agarró un viento muy fuerte que venía bien de frente… y al llegar a San Juan me enteré que se trataba del famoso “viento zonda”. ¡Fue terrible! Llegué muy cansado.
Unos kilómetros antes de San Juan, a la altura de Caucete, nos separamos ya que Claudio tenía otro lugar donde se iban a alojar junto a su grupo.
Desde allí continué solo y llegué a la acreditación para el evento a eso de las 20 hs.
La lucha contra el viento zonda me habia cansado mucho, por lo que desde la acreditación me fui directo a la casa de Diego a alojarme y me perdí el primer evento que era la recepción a los participantes y el paso por la explanada frente al teatro del Bicentenario.
Como había pasado mucho tiempo desde que no veía a mi amigo, luego de la cena nos quedamos charlando de mil cosas y me acosté muy tarde. Sumado al cansancio del viaje del día anterior… no estaba en condiciones para levantarme temprano al otro día por lo que tampoco fui a la rodada en caravana del sábado a la mañana.
Por lo menos el ingreso al evento del sábado lo hice temprano. El lugar era el predio de la ex Bodega Cinzano.
Me pareció muy acertado el lugar elegido. La acreditación te daba una calco con un número para pegar en la moto y una pulsera. Me llamó la atención el número que me tocó: 697! ¡Casi 700 motos acreditadas!
Me gustó la organización y la seguridad en el predio. Las motos quedaban seguras bajo la vigilancia del personal del lugar.
Haciendo un recorrido encontré motos de todo tipo, color y edad. Un sector con motos clásicas, otro con venta de accesorios para motos, varias marcas (Honda, Zontes y Voge, entre ellas) exhibían sus modelos y podías consultar todo.
Participaron como invitados al ese evento varios influencers y youtubers. Se destacaba entre todos la presencia de nada más ni nada menos que Pablo Imhoff (@pablitoviajero en youtube y @pabloimhoff en instagram) a quien considero el mejor youtuber motoviajero de Argentina. Fué el padrino del evento.
Con una paciencia digna de destacar atendió y se sacó fotos con cada uno de los cientos de seguidores que hicieron fila para estar con su ídolo.
En un extremo del predio había un escenario donde tocaban distintas bandas. La música era agradable y no invasiva… o sea si te ibas frente al escenario escuchabas el recital, pero mientras recorrías el predio quedaba como música de fondo.
El espectáculo de los hermanos Navarro con sus acrobacias en «free style» fue realmente sorprendente. Pocas veces he asistido a un espectáculo como ese.
Un sector del predio estaba destinado a “Food Trucks” donde se podía comer bien y rico. Buena calidad y precios razonables me hicieron visitarlos varias veces para refrescarme, merendar y cenar.
También había un sector con carnes cocinadas a fuego.
Abundaban los lugares para sentarse a descansar o comer algo. Eso fomentaba las charlas espontáneas entre los visitantes. ¡Sobraban los temas para conversar!
Había mucho para recorrer así que los lugares donde sentarse a descansar un ratito o tomar algo fueron bienvenidos.
Al atardecer llegó el momento en el escenario de la entrevista a Pablo Imhoff, que seguimos todos con muchísima atención. Un tipo que ya con 10 años de experiencia viajando por Argentina, Europa y ahora por toda América… y sin embargo no ha perdido la humildad y simpleza que siempre lo caracterizaron.
Y como cierre del evento, luego de visitar -otra vez- algún Food Truck para cenar algo rico, me acerqué al escenario donde ofrecieron un recital Los Tipitos, que tocando todos sus éxitos dieron el broche de oro para un día que se me pasó volando.
Obviamente estoy anotado para la edición de este año 2024. Espero que los organizadores tengan en cuenta que debido al éxito de la edición 2022 y la gran cantidad de inscriptos, que estimo superarán por mucho el número de la anterior, estén a la altura y tengan todo previsto para que sea nuevamente un evento que podamos disfrutar todos con buena organización, seguridad y sevicios acordes a la, seguramente, gran cantidad de participantes.